Logo

¿Qué hay de viejo?

Podría ser la pregunta que formulasen los recién llegados, los más jóvenes, al toparse con "Por un puñado de temas", el disco—resumen de Desperados que aparece ahora, cuando uno de los sellos discográficos en donde formaron (también vistieron la elástica de Nola antes de pasar a Tres Cipreses, el subsello de Dro) procede a presentar las obras completas de sus artistas de aquella década de los ochenta que resultó tan fructífera para la etiqueta (sí; a veces se antoja muy lejana).

Tendría que ser la curiosa interrogante de los nuevos afiliados ("¿Qué hay de viejo?"), amén de exigir la radiografía de lo contenido en la entrega, es decir: saber de qué va esto. Pues "Por un puñado de temas" es esa especie de "greatest hits" donde se junten sus canciones—emblema junto con temas de coleccionista que todos los artistas desean tener: lo mejor de cada disco grande, las caras B (siempre mantendré mi cruzada a favor de esas maravillas, que no rellenos) y los temas ajenos (o sea, versiones) reinventados para la ocasión.

Y la selección resulta al fijarse en todos y cada uno de los temas propios. De aquel "Desperados", su debut en forma de mini LP, no falta "Póker y bourbon" (rotunda declaración de debilidades), "Desperado" (el porqué de un nombre, con posibilidad de preguntar a los mismos Eagles y que nada tiene que ver con la contumaz equivocación con "Desesperado") y "Molly" (la primera reina de la noche o de la calle conquistada y que les obligó a cantar un trocito en Inglés). PD: A mí me falta "Corre negro", pero no se puede contentar a todo el mundo.

Su pasión por el cómic, cine y similares quedó de manifiesto con el bautizo (le dieron las gracias a Bugs) de "¿Qué hay de nuevo, viejo?". No sería de justicia que se hubiera caído de los veinte seleccionados un himno como "La llave maestra" o "Lonocinio" (si una canción es la primera que se enmaqueta será por algo), pero tampoco faltan "Yo te llevaré", "Esto no es América", "Siesta salvaje", "El regreso" y "El baile (sólo parejas)". El álbum preferido de la banda, sin duda.

"El golpe" lo dieron en el 89 ("La tormenta" y la propia "El golpe" son de la partida, aunque al abajo firmante le falta "Fírmalo. Tequila shuffle") y "Tan alto como nos dejan, tan fuerte como podamos" fue su penúltimo grito desaforado (nunca hay último, al margen de que se cuenta que nos deben un último disco creativo). Junto a esa canción de título tan largo entraron en la convocatoria "No puedo estar mejor", "Surf en la Kasbah" (deporte ya practicado, el surf, en la calle, a guisa de autobiografía, en el primer disco) y "Dulce chica triste".

He dejado premeditadamente para el final las versiones, que siempre tendrían que ser recreaciones o reinvenciones (que no calcos) del original. Desperados siempre tuvieron, para moldear a su antojo y salir más que airosos de la prueba, notas y gorgoritos del vecino. "Dead flowers" de los Rolling Stones y "Mi calle" de Lone Star son los dos ejemplos (esta última me falta en la recopilación y es la última queja que formulo).

Fernando, Guille, Rafa, Amando y el sillín cambiante del batería. Ellos fueron Desperados (como Javier "El moro", el amigo desaparecido) y todos juntos llegaron tan lejos como les dejaron.