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Albert Jiménez para Popes80

Que era un concierto con aforo limitado, en el Casino de Caldes de Montbui (Barcelona) y no había entradas desde hacía días, ya lo sabíamos. Que el “Conjunto Eléctrico” iba a acompañarlo, no era una novedad. Que iba a ser la grabación de sus mejores canciones con Los Sencillos y en solitario, más alguna nueva, era sabido por todos. Que Miqui Puig iba a estar tan genial… Para que engañarnos: también lo sabíamos.

Sus incondicionales pudimos disfrutar de sus últimas canciones con Los Sencillos, como “Viva Acid House”, “Nada Nuevo” o “Drama”, algunos de sus éxitos más atemporales, como “Bonito Es” (versión bastante novedosa, con voz de Primitivo y segunda toma incluidos) o “No Por Eso No” y de los hits de su último disco en solitario (Casualidades) como por ejemplo “Te Quiero Ahora y Te Quiero Luego” o “Totalmente a Favor”.

A los gritos de “¡Capote!” después de colocarse las gafas que simbolizan su nuevo disco, o a los vítores de “Eres el Brian Ferry catalán” o “Eres nuestro Morrissey”, todo el público saltaba, bailaba y coreaba cada palabra de cada canción. Uno de esos momentos estelares de la noche llegó cuando apareció una gran amiga de cabello anaranjado llamada Alaska, para protagonizar un dueto de “La Banda Sonora de Una Parte de Mi Vida”.

Un Miqui entregado, pletórico, excitado, sobrehumano, soberbio, con esa voz tan personal, pasando del funk al rock, sin olvidarse del pop y con esas bases electrónicas que el Conjunto Eléctrico tan bien acompañaba al lado de un cuarteto de cuerda, hicieron las delicias de todos aquellos oídos insaciables. Convirtieron una noche de grabación en un concierto para recordar, en un concierto directo a la memoria.